El sábado 4 de abril salimos rumbo al Predio Calfuco, entramos a la montaña y nos encontramos con el barro en subidas y bajadas, el primero en caer fue Cristian, quien quedó con sus trofeos de montaña en la ropa y posteriormente Pablo también en el barro, se salvaron de caer Víctor y Claudio quienes se mantuvieron firme en sus bicicletas. Bajando hacia el camino los Pellines Pablo volvió a caer en un bajada y literalmente voló por los aires, aterrizando con un feroz guatazo que le dejo un dedo con un esguince y unos machucones en la cara y rodilla, pero nada preocupante. Todo esto forma parte de este hermoso deporte que nos permite conocer lugares a los cuales se accede solo en las fieles bicicletas de montaña. Tampoco faltaron los problemas mecánicos, pero todo se solucionaba con la buena voluntad de Víctor. Lo anecdótico se la ruta, fue encontrar el camino hacia los Pellines, anduvimos perdidos en la montaña, subiendo y bajando, esquivando arbustos, quilas, espinos y cuanto se oponía a nuestro paso.Por fin logramos de salir a Calfuco, guiados por Víctor que sin GPS no es nada, luego pasamos por la feria costumbrista a saborear una exquisitas empanadas de pollo. Finalmente retornamos a Valdivia después de más de cuatro horas de pedalear, todos muy contentos y cansados. Las fotos no están muy buenas, porque las tomé con mi celular.
sábado, 4 de abril de 2009
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